
El inglés es un idioma universal. Dominarlo facilita la comunicación desde el aspecto más básico, como la expresión de necesidades e inquietudes por ejemplo. También mejora la experiencia vivencial y de aprendizaje, al intercambiar con fluidez ideas y conceptos. Es tanto o más útil que la lengua materna. Permite conseguir el empleo deseado, disfrutar de un buen viaje, obtener información ampliada, y adaptarse a diversidades culturales. Aprenderlo es sencillo, más aún si se toman clases de inglés con profesores titulados.
Quien estudia inglés logra hablar y pensar en el idioma, por lo que su capacidad de entendimiento, análisis y respuesta ante el estímulo es rápida. Su cerebro necesita menos tiempo y energía para procesar palabras. Además, ejecuta un ejercicio mental continuo, que dinamiza la memoria y el desarrollo cognitivo. Si aún no estás convencido de iniciar tu formación, te impulsará el hecho de saber que hay razones científicas para hacerlo. ¡Presta atención!
Razones científicas por las que debes aprender inglés
Mucho se ha dicho sobre las ventajas de ser bilingüe. Algunas las mencionamos al inicio de este post, pero hoy queremos profundizar en las bondades que tiene para la salud, principalmente para la salud de tu cerebro. No las desestimes. En nuestras clases de inglés en Valencia podrás aprovechar todas las potencialidades del idioma.
- Salud mental. Aprender un segundo idioma durante la infancia o la adultez, modifica la estructura física (materia blanca) del cerebro. Facilita la transmisión de información, generando un ejercicio mental constante. Aprender inglés aumenta las conexiones neuronales. Mejora la concentración, percepción y memoria. Retrasa el deterioro del cerebro y previene enfermedades como el alzheimer o la demencia.
- Desarrollo cognitivo. El ejercicio del cerebro y la memoria inciden en la salud mental y física del individuo. Pero también en el desarrollo cognitivo. El aprendizaje del inglés como segundo idioma concibe una especie de elasticidad cerebral, y activa las diferentes zonas. Se alcanza el conocimiento y la flexibilidad de éste, acudiendo a la objetividad, análisis y búsqueda de soluciones. Sin contar que facilita la respuesta ante lo desconocido.
- Capacidad lectora y auditiva. Durante el aprendizaje del inglés, el cerebro dedica una importante parte al lenguaje. El entrenamiento permite la comprensión lectora y la auditiva. Identifica palabras en éste u otro idioma, y las relaciona cuando tienen igual raíz morfológica. Es capaz de contextualizar con tan solo leer parte del contenido. Igual sucede a través del oído. El tronco cerebral se activa y mejora la audición.
Todo esto es muy positivo, pero es importante entender que del aprendizaje se desprende no sólo el dominio del vocabulario, sino la capacidad de trascender y tomar decisiones acertadas. El razonamiento y la rápida adaptabilidad a las situaciones es parte de las ventajas que ofrece el estudio de un segundo idioma.